La
quitina es uno de los componentes principales de las
paredes celulares de los
hongos, del resistente
exoesqueleto que tienen la mayoría de los
insectos y otros
artrópodos, y algunos otros animales.
Es un
polisacárido, compuesto de unidades de acetilglucosamina (exactamente, N-acetil-D-glucos-2-amina). Éstas están unidas entre sí con enlaces ß-1,4, de la misma forma que las unidades de
glucosa componen la
celulosa. Así, puede pensarse en la
quitina como en
celulosa con el grupo hidróxilo de cada
monómero reemplazado por un grupo de acetilamina. Esto permite un incremento de los enlaces de
hidrógeno con los
polímeros adyacentes, dándole al material una mayor resistencia.