llamamiento - significado y definición. Qué es llamamiento
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Qué (quién) es llamamiento - definición

Proclama de 18 de junio; Proclama de 18 de junio de 1940; Llamamiento del 18 de junio de 1940

llamamiento      
Derecho.
Designación legítima de personas o estirpe, para una sucesión, una liberalidad testamentaria, o un cargo, como el de patrono, tutor, etc.
llamamiento      
llamamiento
1 m. Acción de llamar con palabras; particularmente, en sentido figurado. (No se dice, por ejemplo, "un llamamiento telefónico".) ("Dirigir; a, para") Acción de pedir alguien solemne o patéticamente que se haga cierta cosa: "El alcalde dirigió un llamamiento a la población para que prestase ayuda a las víctimas. Un llamamiento a la conciencia del país". Puede llevar también como complemento con "a" un nombre de actitud: "Un llamamiento a la serenidad [o a la cordura]". Apelación, exhortación.
2 Invitación para entrar en un país hecha al presunto emigrante, generalmente con un contrato de trabajo y a veces con el billete para el viaje. Carta de llamada.
3 Inspiración o llamada de origen *divino.
4 Der. Designación hecha legalmente de la persona que ha de recibir una herencia o un cargo como el de tutor o patrono.
llamamiento      
sust. masc.
1) Acción de llamar.
2) Inspiración con que Dios mueve los corazones.
3) Acción de atraer algún humor de una parte del cuerpo a otra.
4) Derecho. Designación legítima de personas o estirpe, para una sucesión, una liberalidad testamentaria, o un cargo, como el de patrono, tutor, etc.

Wikipedia

Llamamiento del 18 de junio

El Llamado del 18 de junio es el nombre que recibe el discurso que el general De Gaulle pronunció en la BBC, la radio gubernamental británica, el 18 de junio de 1940 (grabado hacia las 18 horas, transmitido el mismo día a las 22.00 y retransmitido al día siguiente hacia las 16.00). Desde ese día, esta alocución radiofónica se cuenta entre las más célebres de la historia de Francia.

Este discurso es un llamado a la resistencia del pueblo francés tras la derrota y la invasión por la Alemania nazi; supone igualmente una reacción a la petición de armisticio por parte del general Pétain, el 17 de junio de 1940.

En realidad el discurso del 18 de junio tuvo escaso auditorio, pero resultó fundador y emblemático, ya que permitió a Charles de Gaulle presentarse como el jefe de la Francia Libre, en oposición al régimen colaboracionista de Vichy.

El Gabinete de Guerra británico intentó oponerse inicialmente a la difusión de ese discurso, ya que la situación respecto de Francia y de Alemania distaba de estar aclarada y se temía que Gran Bretaña pronto debiese negociar con el nuevo gobierno francés de Pétain, pero el primer ministro Churchill apoyó la idea de que al menos un líder francés invocase a sus compatriotas a seguir la lucha. Aun así los jefes de la BBC no juzgaron el acontecimiento como poseedor de la suficiente entidad como para grabar la alocución y para realizar una fotografía; lo que contribuyó a su confusión con el discurso (de mucha mayor audiencia) del 22 de junio.

El discurso del 18 de junio pasó casi desapercibido en Francia, donde la confusión y la desmoralización de civiles y militares alcanzaba su punto más grave, y pocos tenían interés en oír la radio inglesa en esas circunstancias. El posterior discurso del 22 de junio de De Gaulle (donde repite con otras palabras las ideas del Llamamiento original) tuvo más impacto popular pues para entonces el público francés ya sabía que el gobierno Pétain había capitulado ante Hitler mientras que De Gaulle en Londres postulaba todo lo contrario. La posterior condena a muerte emitida por la Francia de Vichy contra De Gaulle el 2 de agosto de 1940 terminó por cimentar en el público francés el carácter fuertemente simbólico del Llamado del 18 de junio.

En 2005, el llamamiento del 18 de junio fue incluido por la Unesco en el Programa Memoria del Mundo, en el que se recogen desde 1997 los documentos del patrimonio documental de interés universal, para garantizar su protección. La inscripción, propuesta conjuntamente por el Institut national de l'audiovisuel (INA) por Francia y por la British Broadcasting Corporation (BBC) por el Reino Unido, se refiere a cuatro documentos considerados como los testimonios clave del acontecimiento: el manuscrito del texto del llamamiento radiodifundido el 18 de junio, la grabación radiofónica del llamamiento del 22 de junio, el manuscrito del cartel del 3 de agosto y el propio cartel donde aparece la frase famosa "Francia ha perdido una batalla ¡pero Francia no ha perdido la guerra!"

En una carta del 26 de junio de 2006 dirigida al abogado del general Jacques Le Groignec, la Orden de la Liberación indica "haber realizado investigaciones" y "efectivamente constatado que el texto del cartel no era exactamente conforme" (sic) con el que ese día se había emitido por radio.

Efectivamente, el principio del llamamiento fue considerado por los británicos como demasiado severo para con los jefes franceses como Pétain, ya que no se sabía todavía si no se tendría que negociar con ellos en el futuro. Fue pues modificado a petición del Gobierno británico (lo que De Gaulle siempre negó pero que prueban los archivos británicos) para su emisión radiofónica. Pero puesto que ese principio tenía un significado político importante para De Gaulle, este maniobró para que la versión original fuese recogida para la edición en papel y con posterioridad para los carteles.[1]

Ejemplos de uso de llamamiento
1. Llamamiento de ETA Hacemos un llamamiento a todos los agentes para que actúen con responsabilidad y sean consecuentes ante el paso dado por ETA.
2. Esta es nuestra oportunidad de responder a ese llamamiento.
3. Por eso cabe hacer un llamamiento a la responsabilidad.
4. Finalmente, Zapatero también hace un llamamiento al PP.
5. "Es un llamamiento importante en boca del Rey", ha enfatizado.