La privación sensorial es la restricción total o parcial de estímulos de uno o más de los sentidos. Instrumentos simples como vendajes en los ojos o capuchas y orejeras de protección acústica pueden bloquear la visión y la audición respectivamente, mientras instrumentos más complejos pueden también bloquear el sentido del olfato, tacto, gusto, la termorrecepción o termocepción (percepción de la temperatura) y la "gravedad". La privación sensorial ha sido usada en varios tratamientos de medicina alternativa y en experimentos psicológicos (e.g. tanque de aislamiento) y como método de tortura y castigo. [cita requerida]
Mientras cortos períodos de privación sensorial pueden ser relajantes, la privación prolongada puede resultar en ansiedad extrema, alucinaciones, pensamientos extravagantes, depresión y comportamiento antisocial. Utilizado como método de meditación únicamente en ambientes controlados.
Un fenómeno relacionado es la privación perceptiva, también llamada efecto Ganzfeld. En este caso, es usado un estímulo constante en lugar de intentar eliminar los estímulos; esto lleva a efectos similares a la privación sensorial.
Algunas de las técnicas usadas en la privación sensorial fueron desarrolladas por algunas de las fuerzas armadas en la OTAN, como forma de interrogar a los prisioneros dentro de las obligaciones de tratados internacionales.